Uso adecuado de los smartphones y sus límites en casa
Bienestar - 10 mayo 2019
Los celulares han evolucionado con el paso de los años y en la actualidad incluyen aplicaciones y tecnología que permiten miles de actividades.
A pesar de los indudables avances que significan, la sociedad y la familia en particular están pagando precios altos en términos de las relaciones sociales. Nos estamos convirtiendo en un conglomerado de seres humanos que carecen de sociedad o de comunidad porque vivimos varias horas aislados de los demás, así los aparatos se hayan inventado en un primer momento para unirnos a través de la comunicación.
El uso inapropiado de los celulares inteligentes conlleva serios riesgos para la salud, tales como:
- La ansiedad que provoca el no poder contestar rápidamente.
- Los efectos negativos del matoneo virtual.
- Síntomas físicos como ojos resecos o rojizos, dolores de cabeza, descuido de los patrones del sueño, etc.
- Accidentes de auto por conducir distraído al usar el celular para llamar o enviar mensajes.
Cómo afectan los smartphones las relaciones familiares
Se ha perdido la comunicación verbal con contacto visual e interacción intelectual entre las personas y no hay verdadera comunicación porque cada uno está en su mundo virtual. Los padres deben dar ejemplo y guardar los celulares si están en una reunión de familia o de amigos.
La situación llega a tal grado que son muchas las parejas que llevan los celulares a la cama, dificultando la comunicación marital.
Los adolescentes víctimas de matoneo o de los ataques por sexting (envío de contenidos eróticos o pornográficos, por medio de celulares) desarrollan problemas psicológicos que requieren reconocimiento y atención por parte de los padres.
¿Qué medidas deben tomar los padres para preservar la familia de los efectos negativos de los smartphones?
Muchos padres desconocen qué hacen los jóvenes con sus computadores, tabletas o celulares. Sobre estos últimos deben establecerse reglas muy claras y hacerlas cumplir.
- Para comunicarse con amigos o para practicar juegos deben establecerse horarios determinados porque su uso consume tiempo que debería dedicarse, por ejemplo, al estudio, a la lectura o al deporte.
- El tiempo en familia debe ser sagrado y por ende los smartphones no pueden hacer parte de la reunión familiar en casa propia, de los abuelos o parientes o en las salidas a restaurantes o sitios de recreo.
- Los padres deben saber si el joven está usando el smartphone no solamente para jugar, sino para usos riesgosos como comunicaciones con personas desconocidas.
- Muchos adolescentes manejan el carro con permiso de los padres. Una norma invariable para tener derecho a conducir debe ser hacerlo sin el uso del smartphone. Enseñarle que si va a usar el aparato debe marginarse de la vía.
No podemos luchar contra los efectos negativos de la tecnología, pero tenemos la obligación de enseñarles a nuestros hijos y a toda la familia el buen uso de la misma y los riesgos inherentes a ella para prevenirlos.
Producido por Editorial Maldonado