La mejor forma de cuidar a tu hijo y evitarle enfermedades es a través de la vacunación. La vacunación no es sólo cuestión de la infancia pues en los últimos años se han desarrollado múltiples vacunas para proteger al adulto contra infecciones, principalmente la hepatitis A, hepatitis B, neumonía por neumococo, entre otras.

¿Cuál es la importancia de la vacunación?

Vacunarse es sinónimo de prevenir y evitar enfermedades. Un simple chuzón o unas gotas en la boca hacen la diferencia entre bienestar y enfermedad. Si los niños no son vacunados y se exponen a un agente infeccioso, el sistema inmune no es lo suficientemente fuerte como para atacar la infección, pero si por el contrario el niño ha recibido la vacuna contra ese agente, el cuerpo ya tiene creadas defensas y evita ser infectado.

  ¿Qué esquema de vacunación es el más adecuado según la edad?

Pregunta siempre a tu médico cuáles vacunas debes recibir tú o tus hijos. Las vacunas te protegen contra múltiples enfermedades como la varicela, la rubéola, las paperas, la hepatitis o también contra el virus del papiloma humano.

¿Me pueden hacer daño las vacunas?

Es cierto que al vacunarse se puede sentir algo de malestar general, así como enrojecimiento, dolor e inflamación en el sitio de la aplicación, pero son síntomas pasajeros que no ameritan mayor preocupación; para mejorarlos puedes aplicar paños fríos o con hielo en la zona de inyección.

¿Las vacunas causan autismo?

Ninguna vacuna causa autismo como se creía hace algún tiempo, y sus beneficios son mucho mayores que sus posibles efectos secundarios. Si vas a vacunar a tu hijo y este se encuentra con un resfriado leve, fiebre baja o diarrea aguda no hay contraindicación para vacunarlo, sin embargo, te aconsejamos que antes de la aplicación consultes a tu médico.

¿Qué vacunas hay para el adulto?

Para el adulto hay vacunas específicas dependiendo de la edad, actividades de alto riesgo, destinos de viaje y vacunación anterior. A lo largo de la vida adulta se recomienda la aplicación de:

  • Influenza estacional (gripe): indicada para toda persona mayor de 6 meses de edad. Se debe aplicar anualmente. 
  • Tétano, difteria y tos ferina: se debe aplicar una dosis de refuerzo en adultos cada 10 años.
  • Herpes Zoster: en adultos mayores de 50 años.
  • Contra el neumococo: en adultos mayores de 50 años y aquellas personas con enfermedades como enfisema, VIH, quienes reciben ciertos tipos de medicamentos, personas  a quienes les han eliminado el bazo, entre otras.
  • Contra el virus del papiloma humano: indicada en hombres y mujeres a partir de los 9 años. 
  • Contra la fiebre amarilla: se aplica una dosis única a partir del año y una dosis adicional cada 10 años si se desea viajar fuera del país, hasta cumplir los 59 años.

¡No olvides vacunarte y llevar a vacunar a los que más quieres!

Producido por Editorial Maldonado


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